“Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra”.
2 Crónicas 7:14 NVI
Oramos por la nación de Honduras y el próximo proceso electoral a realizarse el domingo 30 de noviembre de 2025:
1. Por una campaña electoral marcada por el respecto y el honor entre los partidos que se disputan el poder de la nación.
2. Por una campaña con propuestas y planes de país que generen una esperanza de cambio y progreso para la nación y así la población sepa elegir sobre su destino.
3. Por ciudadanos entendidos para ejercer el sufragio de manera sabia, ordenada y pacífica.
4. Por los partidos políticos y sus candidatos presidenciales que se han propuesto para gobernar al país, así como por los candidatos en los otros niveles electivos. Oramos para que toda decisión sea bajo el Temor del Señor.
5. Por un proceso electoral desarrollado en paz. Por la protección y dirección de Dios sobre sus hijos que fomentan este ejemplo.
6. Por la administración del proceso electoral en forma justa, ordenada y transparente.
7. Por los miembros del Consejo Nacional Electoral y su equipo.
8. Por todos los actores involucrados en este proceso de elecciones, que haya transparencia en todo y no haya oportunidad para manipulación ni corrupción en ningún proceso.
9. Que se descubra y se detenga todo boicot y plan perverso que tenga el propósito de alterar la paz nacional, la estabilidad ciudadana y el ordenamiento democrático.
10. Por el personal y el proceso de trabajo que se desempeñarán en los centros y mesas de votación y de escrutinio.
11. Por los entes de seguridad del Estado, FF.AA. y Policía Nacional, como garantes de la seguridad de la nación.
12. Por el papel de los equipos de observación nacional e internacional y la veeduría ciudadana.
13. Por entendimiento en el proceso de escrutinio y anuncio de resultados en los tres niveles.
14. Por unas elecciones generales que nos permitan escoger nuevas autoridades conforme al corazón de Dios.
15. Por paz y tranquilidad en el país antes, durante y después del proceso electoral.
Conclusión: Sea cual sea el ayuno que escojamos, lo más importante es dedicar ese tiempo para buscar más de Dios. El énfasis debe estar en pasar tiempo con él, orando, adorándole y leyendo su Palabra. Debe ser un tiempo en el que todo lo demás pase a segundo plano para deleitarnos en escuchar la voz de nuestro Padre y en recibir lo que él quiera darnos.